
Te encanta el ajo 🧄🧄 por sus maravillosos beneficios para tu salud, pero te niegas a comerlo debido al fuerte olor que deja en la boca. ¿Qué pasaría si intentas comer el ajo negro en su lugar?
Te aseguramos que te fascinará el sabor y disfrutarás de sus ricas propiedades medicinales. El Ajo negro es el ajo regular que ha cambiado su color, olor y apariencia debido a un largo proceso de fermentación a alta temperatura. Esta fermentación produce un sabor dulce en el ajo negro. Lo más importante es que no te dejará mal aliento. Puedes agregar el ajo negro cuando cocines pasta, prepares ensaladas, en tus batidos, agregarlo a cualquier tipo de comidas o comerlo como un bocadillo.
Este disminuye el riesgo de enfermedades crónicas ya que tiene el doble de antioxidantes que el ajo regular. También tiene propiedades anti-bacterianas, ayuda a reducir el colesterol y baja la presión arterial alta. Fuente: https://draxe.com/.
Puedes preparar este tipo de ajo o comprarlo a través de un distribuidor de tu confianza. Si tienes el dinero y no tienes suficiente tiempo para esperar a que el ajo se fermente lo puedes comprar, de lo contrario prepáralo tú misma en la casa. Recomendamos prepararlo ya que la compra de ajo negro por medio de distribuidores de renombre puede ser costoso.
Prepara Tu Ajo Negro
Tendrás que comprar grandes cantidades de ajo con el fin de compensar el precio (este proceso afectará tu factura de electricidad). Fuente: https://www.directoalpaladar.com/
Sigue estos sencillos pasos y manos a la obra:
Compra al menos dos libras de ajo fresco (preferimos ajo orgánico por razones personales). Pon la olla arrocera eléctrica en “caliente” y cocina los ajos sin pelar durante dos semanas (es posible que desees dejar la olla arrocera eléctrica en tu balcón o galería para evitar el fuerte olor dentro de tu hogar).
Deja que se enfríe y ya estás lista para comer este delicioso ajo negro. Finalmente, guarda el ajo en bolsas de plástico reusables y colócalos en el refrigerador.
Aquí tienes otra opción:
Comprar al menos dos libras de ajo fresco (preferimos ajo orgánico por razones personales).
Cocina el ajo sin pelar en un envase que sea adecuado para el horno. Cierra el envase con papel de aluminio y colócalo en el horno por 10 horas por un promedio de 140 grados Fahrenheit. No abras el envase ni reemplaces el papel de aluminio. Puedes cubrir el envase con papel de aluminio adicional pero no te aconsejamos abrir el envase hasta que el ajo esté completamente fermentado.
Déjalo fermentar por un mínimo de 30 días y ya estas listas para disfrutar las maravillas del ajo negro.